➡️¿Cómo afecta la mentira a tu cerebro?⬅️

Muchas personas son de la teoría que pequeñas mentiras «piadosas» pueden sacarte de situaciones «embarazosas». Pero, las llamadas «mentiras blancas» lejos de ser inofensivas, minan la sensibilidad del cerebro a la propia inmoralidad. Un estudio de científicos reveló que la repetición constante de pequeñas mentiras que solemos considerar relativamente intrascendentes, en efecto tienen consecuencias, incluso a nivel cerebral.

La repetición de mentiras en beneficio propio, termina por minar la sensibilidad del cerebro ante la propia inmoralidad, creando así un efecto “bola de nieve” que termina desencadenando actos de deshonestidad mayores. A través de una serie de mediciones de la actividad cerebral, los científicos lograron descubrir que este patrón de conducta afectaba negativamente el nivel de actividad de la amígdala, la región cerebral encargada de la producción de emociones.

Al disminuir el nivel de actividad, disminuye también la sensibilidad ante el propio comportamiento deshonesto. La mentira afecta la salud física y mental porque puede producir dolor de cabeza, problemas de garganta, estrés y tristeza. Por tanto la honestidad no sólo es sinónimo de buenos valores, sino de una buena salud. Como seres humanos vivimos en comunidad por tanto decir la verdad mejora la calidad de las relaciones personales y estas, a su vez, mejoran la calidad de vida.

En el día a día evita caer en excusas inventadas, dejar de exagerar sobre tus logros y decir medias verdades que te llevan a crear mentiras insanas que afectan directamente tu estado de salud física y mental.

Debemos pensar lo que vamos a decir antes de responder. Si no lo hacemos caeremos posiblemente en el peligroso hueco de las mentiras, gastando nuestro tiempo y energía física y mental. En lugar de emplearlo de manera positiva y constructiva!

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