
Uno de los tantos clichés que sufrimos las mujeres por la sociedad es la denominación de feministas – independientes – solteras – inteligentes. Somos calificadas y encadenadas a conceptos que realmente no definen a una mujer porque todas tenemos un poco de cada uno de ellos. Afortunadamente, hoy en día, las mujeres podemos elegir a qué queremos dedicarnos o con quién queremos compartir nuestra vida… e incluso decidir quedarnos solteras.
Pero entonces empieza el debate: «esa solterona no es feliz porque no tiene familia, no está casada» o «está soltera porque se le pasó el arroz», entre otros comentarios que rechazan la verdadera reflexión sumaria: cada mujer debe ser libre de elegir su propio destino.

Esto incluye la posibilidad de enamorarnos, de formar una familia, de no enamorarnos nunca o de ir de flor en flor. No hay nada malo en ninguna de estas opciones (ni en cualquier otra). No existe relación directa entre la vida sentimental y la maternidad de una mujer, la edad no es un reloj de arena que te consume el tiempo para ser mamá, y tampoco nuestra realización como mujer es llegar a serlo algún día.
La consigna cultural avalada por muchos estudios: » las mujeres solteras suelen ser más inteligentes«, no es un patrón que hay que creer 100% ni por el cuál sentirnos orgullosas. Para mí, todas las mujeres somos inteligentes estando casadas o solteras.

Una mujer segura, independiente, inteligente puede ser una mente brillante científica y madre de familia a la vez. Crear junto a su pareja un maravilloso hogar lleno de paz y equilibrio familiar. Planificar estrategias directivas que eleven su puesto laboral y escapadas de fin de semana de luna de miel con su esposo.
Por otro, podemos ser mujeres inteligentes y felices sin buscar incesantemente hombres que nos aprecien y con los que compartir la vida. Esto no es medida de más o menos inteligentes que nadie. Por eso siempre debemos cuestionarnos los planteamientos que nos exige la sociedad de tener una vida ordenada: empleo estable, pareja formal y, a cierta edad, hijos y formar una familia y un hogar.
¡Como mujer libre e inteligente sólo tienes que buscar tú felicidad!