
Hacerse rico no es sólo tener mucho dinero, también es lograr que el dinero trabaje para ti, es tener la libertad financiera que te permita el tiempo para ti. Una magnífica forma de poner a funcionar el dinero es a través del trading.
El trading se caracteriza por exigir concentración, control emocional, paciencia y disciplina. Esto se puede aprender y entrenar, aunque no permite grandes dislocaciones. Tiene el beneficioso efecto secundario de que, poco a poco, te vas conociendo a ti mismo cada vez más.
Aunque se puede ejercer en vivo sobre el parquet, en salas de bolsa, lo más habitual es operar a través de un ordenador. Esto trae la desventaja de que se convierte en una andadura solitaria. Eso sí, si nos apetece, podemos operar en pijama o en la playa contemplando el maravilloso ocaso del atardecer.

La deslocalización del trading es una gran baza a su favor, ya que sólo se necesita una conexión a internet para operar, por lo que podemos hacerlo en la casa, o de vacaciones. Esto, que puede parecer una tontería, es inmensamente útil para lograr la libertad financiera que tanto perseguimos.
Aunque quizás la ventaja más exclusiva del trading frente a los negocios, los bienes inmuebles o las ideas, es la adaptabilidad horaria. Esto lo hace, entre otras cosas, absolutamente compatible con el trabajo diario, tengas el horario que tengas.
El trading es una alternativa muy flexible. Podemos configurarlo a la medida, aprender, entrenar y depurar hasta encontrar el método que mejor se adapte a nuestra vida. La independencia financiera comienza por hacer dinero de múltiples maneras para empezar a adquirir activos. El trading es una alternativa de lograrlo siempre y cuando nuestra mente esté preparada para aceptarlo.

En resumen: el trading es la mezcla de la ciencia financiera y el componente psicológico, por lo tanto si desarrollas tu mente disfrutarás de tu libertad económica!