
¿Alguna vez te has planteado vivir sin mapa? ¿Has experimentado navegar el mundo con dos maletas? ¿Comprar un boleto de avión sin retorno? Estas y muchas más interrogantes existen como medio de vida, donde el hoy es lo único importante porque puedes desayunar en España, comer en Londres y cenar en Montreal.
No hay fronteras en tu imaginación ni en tus deseos y no debería haberlas en tu realidad. Porque te lo mereces. Porque «más adelante» puede -y suele ser- «nunca». Porque el momento es ahora. Porque a veces tu profesión u oficio no te llena ni satisface tus anhelos más profundos.
Porque el mundo es más grande, bonito, generoso y solidario de lo que nos hacen creer. Porque las culturas que lo habitan son excepcionales, únicas y hay que conocerlas para entenderlas y entenderse mejor una misma. Porque viajar es un ejercicio de tolerancia, paciencia, audacia y perspicacia.

Porque viajar te obsequia alas, te provee libertad, te aporta energía, te llena de ideas nuevas y fomenta la imaginación, diversifica la perspectiva con la que usualmente miras tu mundo y te abre nuevas puertas. Porque viajar es aprender y equivocarse -y viceversa. Viajar te libera de ataduras: físicas, mentales, ideológicas, espirituales, religiosas, políticas y sociales. Porque viajar te ayuda a recuperar la mirada curiosa e ingenua de la niña que alguna vez fuiste.
Coloca tu vida en dos maletas y vuela tan alto como te lleven tus alas. No tienes nada que perder porque nada es eterno en esta vida y el miedo a dejar todo atrás no es tan importante como hacer un cambio drástico de la costumbre y la repetición; levantarte cada día en un sitio diferente, hacer concesiones con la comida, las formas de transporte, los horarios.

Para vivir feliz y viajar no necesitas mucho más que la voluntad de hacerlo y enfrentar la pluralidad del ahora más que nunca. Viajar te da como única opción ser espontánea y analizar las situaciones en las que te encuentras desde nuevas perspectivas.
Viajar debería convertirse en una asignatura universitaria obligatoria, para aprender de otras culturas, descubrir otras formas de mirar y enfrentar tu realidad.
Viajar solo conoce el tiempo verbal PRESENTE y se experimenta con los 5 sentidos.

Los deseos no deberían quedarse solo en los sueños…
Vive sin mapa y viaja sin retorno!